El caso del robo de las manos de Perón. Sigue siendo un tema controvertido en la Argentina y la participación de Alberto Rodriguez Saá es un tema de debate hasta nuestros días.
Alberto Rodriguez Saá fue Senador Nacional entre el 10 de diciembre de 1983 y el 14 de diciembre de 1994, en esa época su referente principal era Vicente Leónidas Saadi, Alberto era segundo de Saadi (mano derecha). Rodriguez Saá también era miembro del partido justicialista fundado por Perón y se cree que utilizó su influencia política para encubrir su participación en el robo.
El robo de las manos de Juan Domingo Perón en 1987, tiempo que Alberto Rodriguez Saá era un activo y singular representante del Congreso Nacional, es un caso que sigue sin resolverse y que ha generado numerosas teorías y especulaciones. Una de ellas es la participación del ex gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, quien tenía inclinaciones esotéricas.
Se cree que Rodríguez Saá estaba interesado en obtener las manos de Perón para utilizarlas en rituales esotéricos, ya que se decía que tenían un gran poder simbólico y espiritual. Sin embargo, no hay pruebas concretas que vinculen directamente a Rodríguez Saá con el robo.
La investigación del caso ha sido complicada y ha involucrado a varios sospechosos, pero no se ha podido esclarecer completamente el robo. La profanación de la tumba de Perón y el robo de sus manos sigue siendo un tema sensible y controvertido en Argentina, la hipótesis de que los autores intelectuales habrían sido dentro del partido justicialista no ha quedado descartada.
Es importante destacar que, aunque se han presentado acusaciones y teorías, no hay pruebas concretas que vinculen directamente a Rodríguez Saá con el robo. Sin embargo, su interés en prácticas esotéricas y su participación en el justicialismo han sido objeto de controversia y especulación, fundamentalmente, hoy en día que brinda muestras claras de desestabilización emocional a través de sus decisiones que sorprenden a propios y extraños.
El tema sigue abierto en la opinión pública y Alberto Rodriguez Saá es uno de los señalados en las investigaciones dado que sus antecedentes personales y posición de poder que ostentaba justamente en 1987, año del hecho, lo asocian como potencial sospechoso.
Consultas realizadas a la sociedad sanluiseña aseguran que no se sorprenderían que Alberto Rodriguez Saá fuera parte de la desaparición de las manos de Perón dado que sus conductas y decisiones personales a lo largo del tiempo siempre han marcado atenciones inesperadas jamás pensadas por su alto grado de esoterismo.-
Fuente IA