Saltar al contenido
El fiscal de instrucción José Olguín brindó detalles sobre los avances en la investigación que se lleva a cabo en torno a las irregularidades detectadas en el Molino Fénix y la Casa de la Música, dejando en evidencia un complejo entramado de desaparición de documentación, mal manejo de fondos y posible administración fraudulenta.
Un panorama de irregularidades
Según el fiscal Olguín, la investigación ha revelado la destrucción y desaparición de toda la documentación que debería respaldar la gestión del Molino Fénix y la Casa de la Música, incluyendo registros contables, inventarios y datos de empleados. Esta situación no solo obstaculiza la reconstrucción de los hechos, sino que también expone un manejo altamente irregular en ambas entidades.
“Ni siquiera estaban los legajos de los empleados. No se sabía cuántos había ni quiénes eran, lo que habla de un grado alarmante de desorden administrativo o, peor aún, de una destrucción deliberada de pruebas”, afirmó el fiscal.
Uso indebido de bienes públicos y administración fraudulenta
Entre las acusaciones más graves, se destacan la sustracción de bienes, el uso de recursos públicos para beneficios personales de funcionarios o personas cercanas a la gestión anterior, y gastos injustificados en eventos que carecen de rendiciones de cuentas. El fiscal explicó que la investigación se centra en determinar cómo estos fondos fueron autorizados y ejecutados, así como la responsabilidad de las autoridades superiores que debieron controlar estas operaciones.
En este sentido, Olguín fue contundente al afirmar que se analiza si existió «peculado», es decir, el uso de bienes públicos en beneficio propio o de terceros, además de posibles casos de administración fraudulenta.
La destrucción de evidencia: un agravante clave
El caso toma un giro más complejo con la desaparición de computadoras, documentos digitales y cualquier tipo de registro que pudiera arrojar luz sobre las transacciones y decisiones tomadas en ambas instituciones. Según Olguín, no hay registros informáticos disponibles y los bienes que podrían haber sido inventariados tampoco aparecen. Incluso, el equipo de investigación tuvo que recurrir a recursos personales para avanzar en la recopilación de datos.
“No existe absolutamente nada. Lo que hemos encontrado son solicitudes de ampliación de fondos y algunas comunicaciones por correo electrónico, pero las rendiciones de cuentas sobre esos fondos no están o nunca se hicieron, lo que es gravísimo”, agregó.
Un alcance que podría ir más allá
Aunque hasta ahora la investigación se centra en los administradores directos del Molino Fénix y la Casa de la Música, Olguín no descarta que las responsabilidades se extiendan a niveles superiores dentro del gobierno anterior. «Siempre hay una instancia superior que autoriza o controla los recursos. Estamos analizando si estas áreas cumplieron con su deber de supervisión o si también fallaron en sus responsabilidades», indicó.
El futuro de la investigación
El fiscal adelantó que en los próximos días podría haber formulación de cargos por varios delitos, incluyendo la sustracción de bienes, peculado y administración fraudulenta. Asimismo, se está solicitando información a organismos como el Tribunal de Cuentas para obtener los registros que deberían existir en paralelo a los de las entidades investigadas.
Reflexión final
Este caso expone una trama de negligencia o corrupción que no solo afecta la confianza en las instituciones, sino que también genera un perjuicio directo a la administración pública. La comunidad de Villa Mercedes espera que la justicia actúe con firmeza para esclarecer los hechos y establecer responsabilidades, marcando un precedente contra el abuso de poder y el mal manejo de recursos públicos.