Por San Luis Streaming
En la antesala de las elecciones nacionales de octubre, San Luis vive un clima político de definiciones. Tras el cierre de frentes y alianzas, Carlos D’Alessandro, referente de La Libertad Avanza en la provincia, rompió el silencio con un mensaje que no pasó desapercibido. Fue en el programa Liberate San Luis, emitido por San Luis Streaming y conducido por Diora Dadan y Franco Pedrozo, donde el dirigente habló con franqueza y sin estridencias, pero con la convicción de quien siente que está ante una oportunidad histórica.
Con la serenidad que caracteriza a quien no necesita gritar para hacerse escuchar, D’Alessandro planteó un llamado a la unidad provincial sin precedentes. No fue un mensaje de coyuntura, sino una declaración de principios: la unidad de San Luis debe estar por encima de cualquier diferencia partidaria, ideológica o personal.
Recordó que, durante décadas, la provincia estuvo atrapada en un juego político estéril, sostenido por etiquetas y banderas que solo beneficiaron a una reducida casta política mientras el pueblo se empobrecía. “Nos hicieron creer que la política era elegir entre ‘ellos o nosotros’, cuando en realidad ellos siempre fueron los mismos”, dijo, en clara alusión a las disputas históricas que han debilitado el desarrollo provincial, haciendo hincapié la última etapa que gobernó Alberto Rodriguez Saá.
Inspirado en la visión del presidente Javier Milei, propuso aplicar la “tabula rasa”: borrar las viejas heridas, derribar los muros de la desconfianza y escribir juntos una nueva página en la historia de San Luis. “Hoy no se trata de partidos, se trata de San Luis. Se trata de que nuestros hijos no tengan que irse para encontrar un futuro. Se trata de devolverle a nuestra tierra la libertad que le arrebataron”, enfatizó.
Lejos de limitarse a la retórica, D’Alessandro se dirigió respetuosamente al Gobernador Poggi poniéndose a disposición, convocó a intendentes, legisladores, instituciones y ciudadanos comunes a dar un paso al frente. Su propuesta es un modelo de provincia abierta, productiva, moderna y libre de privilegios y clientelismo, donde el gobierno sirva a la gente y no la gente al gobierno.
Pero fue en el tramo final de su intervención cuando el dirigente dejó a un lado la formalidad política para mostrar su costado más humano.
“Quiero que entiendan que no es fácil lo que expreso: lo digo con el corazón en la mano. Tengo vocación de servir como político, pero antes que nada soy papá. Tengo una familia hermosa que amo profundamente, y un hijo que sigue mis huellas. Quiero ser su mejor ejemplo. Nada verdadero se construye sin amor, y mi amor por esta tierra que me ha dado todo es incondicional. Amo San Luis y estoy dispuesto a dar todo de mí para que no haya un solo sanluiseño que no sea feliz”.
Este cierre no fue solo una frase emotiva: fue una estrategia de conexión directa con el pueblo, un mensaje que trasciende la agenda electoral y que lo ubica como un actor político capaz de tender puentes en tiempos de grieta.
En un escenario provincial históricamente marcado por la disputa de poder entre facciones, D’Alessandro se posiciona como el nexo entre San Luis y la Nación, con la llave para abrir un nuevo capítulo donde el progreso no dependa de la residencia política, sino del compromiso colectivo. D’Alessandro asume la responsabilidad de ser garante de San Luis ante todo lo que necesite el Gobernador y los intendentes, no es un capricho personal, se lo han demandado desde nación.
El dirigente libertario sabe que, en esta etapa, la verdadera fuerza no se gana en los pasillos del poder, sino en el corazón de la gente. Por eso, su llamado a la unidad no es una consigna vacía: es un pacto de honor con los sanluiseños.
En sus palabras, hay una invitación y un desafío:
“San Luis nos necesita a todos. El futuro empieza hoy”.