Por Gustavo Thompson
En su participación en Resumen de la Semana por San Luis Streaming, el analista político Gustavo Thompson profundizó sobre la arquitectura del poder en San Luis, exponiendo cómo se consolidan los liderazgos y, a la inversa, cómo pueden derrumbarse por falta de cimientos.
A través de ejemplos históricos y análisis estratégicos, Thompson trazó un paralelismo entre el merlismo de Mario Raúl Merlo y la actual gestión de Maximiliano Frontera, señalando que Villa Mercedes podría convertirse en el epicentro de la reconfiguración política de la provincia.
Además, criticó la falta de estructura partidaria de Claudio Poggi, un gobernador sin base sólida, y el rol de Alberto Rodríguez Saá, a quien acusó de frenar deliberadamente la formación de nuevos liderazgos por «egoísmo y permanencia personal».
El poder no se impone, se construye: la lección del merlismo
Uno de los ejes centrales del análisis de Thompson fue la estructura política de Mario Raúl Merlo, un líder que no solo gobernó Villa Mercedes durante seis gestiones consecutivas, sino que sentó un modelo de poder basado en la solidez organizativa.
«Cuando Merlo comenzó, era la figura, pero tenía un equipo debajo que lo sostenía. Pibes de 30, 35, 40 años que lo fortalecían, con una estructura profesional sólida. Eso le permitió consolidar un proyecto indestructible» explicó Thompson.
El merlismo no fue solo una serie de gestiones exitosas, sino un proceso de construcción meticuloso, donde el liderazgo no descansaba en una sola persona, sino en un engranaje bien aceitado de cuadros políticos preparados para sostener el rumbo.
«Merlo llegó a un punto final en la sexta gestión porque el tiempo y la salud le pasaron factura, pero su estructura resistió. Por eso, a pesar de los intentos de otros sectores para voltearlo, nunca pudieron hacerlo. En 2011 era el gobernador natural, pero fue bloqueado políticamente para que no llegara», analizó Thompson.
En ese año clave, el entonces gobernador Alberto Rodríguez Saá eligió inventar un candidato, Claudio Poggi, en lugar de permitir que el liderazgo natural emergiera dentro de la estructura del PJ.
Poggi: un gobernador sin cimientos
En contraste con la solidez merlista, Thompson describió a Claudio Poggi como un líder débil, sin estructura propia, que llegó al poder gracias a una jugada estratégica de Rodríguez Saá, pero que nunca pudo fortalecerse políticamente.
«El problema de Poggi es que no tiene cimientos porque nunca lo dejaron construirlos. Siempre lo apuntalaron, lo moldearon para que fuera administrador, pero nunca le permitieron tejer su propia estructura partidaria», explicó.
Según Thompson, esta falta de solidez convierte a Poggi en un gobernador transitorio, sin la capacidad de proyectar su liderazgo más allá de su actual gestión.
«El tiempo en política es clave. Y Poggi no tiene tiempo. No tiene margen para construir lo que nunca edificó. Puede administrar, pero no consolidar poder», sentenció.
Alberto Rodríguez Saá: un liderazgo sin sucesión
Uno de los puntos más duros del análisis de Thompson fue contra Alberto Rodríguez Saá, a quien acusó de impedir la formación de nuevos líderes para garantizar su propia permanencia en el poder.
«Alberto no construyó herederos, construyó subordinados. No permitió que los jóvenes crecieran como líderes, porque no le interesaba la lealtad, sino la obediencia. Nunca quiso que su estructura se renovara, solo que lo sirviera», disparó.
Esta estrategia de control absoluto ha llevado, según Thompson, al debilitamiento del rodriguecismo, porque al evitar que surgieran nuevos liderazgos, su propia estructura quedó dependiente exclusivamente de él.
«Nunca unió, nunca consolidó. Solo permitió que se pelearan entre ellos, porque así podía seguir reinando. Pero el problema es que, cuando un liderazgo no permite la renovación, llega un momento en que colapsa por falta de bases», explicó.
Maximiliano Frontera y la repetición de la receta merlista
En la actualidad, Maximiliano Frontera parece estar replicando el modelo exitoso del merlismo, con una estructura joven y territorialmente consolidada en Villa Mercedes.
«Villa Mercedes está repitiendo la fórmula. Frontera es la figura, pero tiene un equipo fuerte detrás, de jóvenes entre 35 y 40 años que han copado el territorio. No es un proyecto personalista, es un armado estratégico», aseguró Thompson.
Para el analista, Frontera está manejando los tiempos con prudencia y visión, sin apurarse, pero construyendo con firmeza.
«En política, quien sabe manejar los tiempos es un genio. Frontera no está improvisando, está consolidando poder sin apurarse, asegurando la gobernabilidad en Villa Mercedes y dándole estabilidad a Poggi en la provincia» sostuvo.
Villa Mercedes en la transición de San Luis
Thompson fue categórico: Villa Mercedes será protagonista en la reconfiguración del poder provincial.
«No hay dudas de que cuando Poggi diga ‘hasta acá llegué’, Villa Mercedes tiene que ser reconocida como la ciudad que garantizó la estabilidad y tiene que tener la oportunidad de gobernar la provincia», afirmó.
Para Thompson, la construcción de poder no es espontánea ni se da por decreto, sino por trabajo, estructura y estrategia.
«La historia es clara: los que construyen desde las bases son los que trascienden. Poggi no construyó y por eso es débil. Rodríguez Saá bloqueó la renovación y por eso su estructura está en crisis. En cambio, Villa Mercedes está escribiendo su propio destino», concluyó.
Conclusión: el poder no se hereda, se construye
Las declaraciones de Gustavo Thompson dejan en claro que en política no hay espacio para la improvisación.
El merlismo demostró que el poder se construye con estructura, mientras que Poggi es el ejemplo de lo que ocurre cuando un dirigente no consolida cimientos propios.
Alberto Rodríguez Saá, en su afán de mantenerse en el poder, evitó la renovación y ahora enfrenta las consecuencias de un liderazgo que ya no tiene bases firmes.
Mientras tanto, en Villa Mercedes, Maximiliano Frontera parece estar siguiendo la receta correcta, construyendo con paciencia y estableciendo las bases para un futuro protagonismo provincial.
El poder es para quienes saben construirlo y sostenerlo. La historia de San Luis está escribiéndose, y Villa Mercedes quiere ser la próxima en tomar la pluma.