Las elecciones del 11 de mayo dejaron algo más que cifras y cargos. Dejaron huellas. Dejaron un mensaje que retumba en el corazón de San Luis y nace con fuerza desde Villa Mercedes: una nueva generación ha tomado la posta, no con gritos ni agresiones, sino con conducta, respeto y amor profundo por esta tierra.
Desde el Movimiento de Unidad Provincial (MUP) queremos expresar un mensaje que no es solo político: es humano, es histórico, es profundamente esperanzador. Porque este triunfo, esta consolidación, no fue un golpe de suerte ni una jugada electoral. Fue el resultado de firmes convicciones, de militancia silenciosa, de sueños que resistieron golpes, desprecios, persecuciones y palos en la rueda.
Los jóvenes del MUP supieron levantarse una y otra vez. Lo hicieron con la frente en alto y los pies en el barro. Con valores. Con conducción pero diseñando colectivamente. Con comunidad. Con trabajo real. Mientras otros intentaban destruir desde las sombras, nosotros lo hicimos desde el abrazo, de frente, desde la escucha, desde el territorio, con amor, esperanza, respeto, armonía, concretando objetivos en común.
Villa Mercedes dio el ejemplo. Mostró que se puede hacer política sin agresiones, sin soberbia, sin viejas estructuras que solo buscan sostener privilegios. Aquí floreció otra manera: la política del respeto, de la armonía, del diálogo honesto y la coherencia.
Este mensaje, con este banner, no es una despedida. Es un comienzo.
El MUP ha llegado para quedarse.
Desde Villa Mercedes consolidamos una etapa.
Y ahora vamos por más. No por ambición, sino por responsabilidad. Por amor a San Luis. Porque creemos que llegó la hora de escribir el libro grande de la provincia, con tinta joven, con manos limpias, y con el mismo compromiso que nos trajo hasta acá.
No venimos a imponer.
Venimos a sumar.
No buscamos dividir.
Venimos a unir.
Y lo haremos siempre de la misma manera: en paz, con respeto y con la certeza de que la historia no se hereda: se construye.
