El valor del consenso, la mirada colectiva y los nuevos líderes sembradores en tiempos de transformación

El valor del consenso, la mirada colectiva y los nuevos líderes sembradores en tiempos de transformación

Por Gustavo Thompson

En un mundo en crisis permanente, donde las polarizaciones han desgastado el tejido social y la desconfianza se volvió una norma, comienza a emerger con fuerza una necesidad impostergable: recuperar el valor del consenso y la construcción colectiva. Ya no se trata solo de gobernar o liderar desde el poder, sino de sembrar, cuidar, escuchar y construir comunidad.

La Argentina no es ajena a este fenómeno. El desgaste de las viejas estructuras de representación, el desencanto con la política tradicional y el colapso de los liderazgos verticalistas marcan el final de una etapa. Pero como en todo ciclo que se cierra, comienza otro. Y en este nuevo tiempo, los protagonistas ya no serán los caudillos mesiánicos sino los líderes sembradores: aquellos que piensan en plural, que trabajan para el bien común y que entienden que la transformación verdadera solo es posible si es compartida.

El consenso como camino

Lejos de ser una señal de debilidad, el consenso es hoy el único vehículo posible para alcanzar soluciones sostenibles. El futuro no será de quienes impongan su visión, sino de quienes sepan integrar miradas diversas. Gobernar con todos no es una consigna vacía: es una estrategia inteligente y un acto de madurez política. Y más aún, es una herramienta de paz social en contextos cargados de incertidumbre y dolor.

Colectividad vs. individualismo

Frente a décadas de discursos centrados en el “yo”, la nueva era reclama el regreso del “nosotros”. Las comunidades necesitan volver a pensarse como tales: no como una suma de intereses fragmentarios, sino como un organismo vivo que respira en común. La mirada colectiva permite generar empatía, establecer prioridades verdaderas y encontrar respuestas más justas.

Líderes sembradores: el nuevo paradigma

En lugar de concentrar, reparten. En lugar de imponer, inspiran. En lugar de competir, colaboran. Los nuevos líderes sembradores entienden que liderar es acompañar procesos, nutrir vínculos, abrir caminos. Son aquellos que saben que lo importante no es ganar una elección sino dejar una huella duradera, incluso si no son ellos quienes recojan los frutos, ergo, la trascendencia.

Hoy, más que nunca, la humanidad necesita sembradores. Políticos, empresarios, docentes, trabajadores sociales, comunicadores, ciudadanos comunes que decidan que vale más una mesa compartida que un púlpito solitario. Porque lo que está en juego no es solo la gobernabilidad, sino la forma en que queremos vivir. La forma en que queremos convivir.

El desafío es inmenso, pero también esperanzador. En cada ciudad, en cada comunidad, en cada rincón de Argentina, hay miles de personas dispuestas a construir en colectivo, a sembrar sin mezquindades, a liderar con humildad. Son ellos y ellas los verdaderos protagonistas del nuevo tiempo.

Y el nuevo tiempo ya empezó y Villa Mercedes va por el buen camino..

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