Una charla que desnuda la fragilidad del discurso moral del poggismo
En una conversación explosiva entre el periodista Alberto Trombetta y el analista político Eduardo Olivares, se expuso una trama que deja al descubierto la doble moral y el caos interno del gobierno de Claudio Poggi y el Albertismo. Lo que comenzó como un debate sobre la polémica ley del narcotest obligatorio terminó revelando presuntas irregularidades judiciales, funcionarios bajo sospecha y un sistema de control ético paralizado bajo la conducción de Ricardo Bazla.
La ley del narcotest, una herramienta sin reglamentar
Según revelaron Trombetta y Olivares, la famosa ley del narcotest —presentada como símbolo del nuevo orden moral del poggismo— nunca fue reglamentada. Es decir, los test se realizaron sin un marco legal que estableciera cómo actuar ante un resultado positivo.
“No está reglamentado el procedimiento de los que dan positivo. La ley dice que deben ser separados de su cargo y tratados, pero eso nunca se instrumentó”, explicó Olivares.
Trombetta fue más tajante: “Hicieron los test con una ley trucha, sin decreto reglamentario, y dejaron todo al arbitrio de un impresentable como Bazla”. Lo más sorprendente es que, el planteo lo hace el albertismo desde la legislatura provincial, sector altamente sospechado por tema droga.
El señalamiento directo a Ricardo Bazla, titular de la Oficina de Ética Pública, pone en jaque la credibilidad de uno de los pilares discursivos del gobierno: la lucha contra las adicciones y la transparencia en la función pública.
Bazla en el centro del escándalo
Los periodistas denunciaron que hubo funcionarios judiciales —incluso fiscales— que habrían dado positivo en los narcotests, pero no se tomó ninguna medida disciplinaria.
“Bajo la órbita de Bazla quedó la decisión de qué pasaba con los que dieron positivo. Y algunos eran funcionarios de la Justicia en Villa Mercedes”, detalló Olivares.
“Estando Bazla de por medio, todo se vuelve dudoso”, sentenció Trombetta.
Además, se recordó un antecedente escandaloso vinculado al funcionario: “Sabemos lo del Caburé, si tenés dignidad, renunciá”, dijo Olivares, aludiendo a presuntas irregularidades administrativas en una fundación vinculada a Bazla y al manejo de fondos públicos.
Crisis en Seguridad y vínculos oscuros con el narcotráfico
La charla también dejó entrever una guerra interna en el área de Seguridad provincial. Según los testimonios, la ministra del área fue víctima de una operación interna tras denunciar una red de robo de autos y narcotráfico con ramificaciones en la Justicia mercedina.
“A la ministra la hicieron pasar por tonta, la usaron para anunciar detenciones y al día siguiente los liberaron todos”, afirmó Trombetta.
“La Justicia provincial está atravesada por sospechas de corrupción y vínculos con el narcotráfico”, completó Olivares.
Un gobierno desbordado y sin operadores políticos serios.
La conversación no sólo dejó al descubierto casos puntuales: también reveló una crisis de conducción política y comunicacional dentro del gobierno de Poggi.
“No tiene operadores políticos, tiene alcahuetes a sueldo en Comunicación que ajustician gente”, disparó Olivares.
“Quieren limpiar la imagen del gobierno embarrando a otros, como hicieron con Frontera, pero terminan dañando su propia credibilidad”, agregó Trombetta.Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=CqEoNeCEpbQ&t=348s