Frontera y Poggi: institucionalidad ejemplar y libertad política en tiempos de polarización nacional

Frontera y Poggi: institucionalidad ejemplar y libertad política en tiempos de polarización nacional

Por Gustavo Thompson.

En medio de un clima político nacional marcado por la polarización entre Javier Milei y Cristina Fernández de Kirchner, San Luis muestra un ejemplo de madurez y equilibrio institucional. El gobernador Claudio Poggi y el intendente de Villa Mercedes, Maximiliano Frontera, mantienen una relación de respeto, diálogo y trabajo conjunto, aún cuando sus caminos políticos nacionales puedan tomar rumbos diferentes.

Ambos líderes compartieron exitosamente el proyecto provincial que logró imponerse en las elecciones del 2023 con un mensaje de renovación, gestión eficiente y cercanía con la ciudadanía. La campaña unificada permitió el triunfo rotundo en la provincia, en especial en Villa Mercedes, donde Frontera consolidó un vínculo emocional con su comunidad sin precedentes en la política local.

Un vínculo institucional basado en el respeto

Lejos de los viejos estilos de la política puntana, Poggi y Frontera mantienen una relación fluida, respetuosa y productiva. Se complementan desde sus roles: el gobernador orienta el rumbo provincial, mientras que el intendente mercedino es el referente indiscutido de la segunda ciudad más importante de San Luis. Las diferencias políticas a nivel nacional no afectan el trabajo conjunto a nivel local, y eso habla de una institucionalidad madura y saludable.

Ambos coinciden en priorizar la gestión por sobre las especulaciones. Hoy, en la Provincia de San Luis, se ejecutan obras, se impulsan programas y se mantiene un contacto directo con la ciudadanía gracias a esa armonía.

Frontera: el sembrador de líderes y la emoción corporativa mercedina

Maximiliano Frontera no solo ha sido el principal arquitecto del nuevo protagonismo de Villa Mercedes: es además el único sembrador de líderes locales reales. Su coherencia de conducta, su narrativa territorial —encapsulada en su ya popular frase “Primero Villa Mercedes, segundo Villa Mercedes y tercero Villa Mercedes”— y su cercanía constante, han generado una verdadera emoción corporativa en la ciudadanía.

Hoy, cuando algo toca la identidad mercedina, la ciudad entera reacciona. Y no lo hace desde el fanatismo, sino desde el orgullo de sentirse parte de un proyecto que los respeta y los representa.

Elecciones nacionales: caminos abiertos, sin compromisos

A diferencia de las elecciones provinciales, en las cuales Poggi y Frontera compartieron una estrategia común, las elecciones nacionales presentan un panorama diferente. Ambos espacios, tanto el liderado por el gobernador como el conducido por el intendente, están liberados de compromisos nacionales.

En este escenario polarizado entre Milei y Cristina, ni Poggi ni Frontera se identifican plenamente con los extremos de la grieta. Sus movimientos son autónomos, pensados desde lo local y atentos a los intereses de la provincia. Nada indica que vayan a participar activamente en este proceso electoral, lo cual deja en evidencia que su alianza fue y sigue siendo estratégica para San Luis, no para terceros.

Federalismo, institucionalidad y libertad de acción

La relación entre Poggi y Frontera es ejemplo de cómo se puede construir poder político sin ataduras, con respeto mutuo y con sentido institucional. A pesar de que puedan transitar caminos distintos en lo electoral, la gestión sigue siendo compartida, coordinada y eficaz.

Mientras la nación se enreda en discusiones ideológicas, San Luis muestra una imagen de equilibrio: dos líderes que supieron ganar juntos, que gobiernan con altura, y que entienden que las decisiones nacionales no deben romper lo que en lo provincial funciona bien.

En tiempos de extremos, la moderación y la institucionalidad son un valor. Y en eso, Poggi y Frontera dan el ejemplo, la gran diferencia entre ambos líderes es que Fronteras es sembrador de líderes y su visión es colectiva y Poggi muestra una acción absolutamente contraria.

Entrada anterior Primero Villa Mercedes: un clamor que interpela al gobernador Poggi
Entrada siguiente Maximiliano Frontera y la emoción corporativa: cuando el liderazgo se construye desde la coherencia y el relato