Las alianzas electorales no siempre suman: el caso Poggi-Frontera en San Luis ¿es bueno o malo?

Las alianzas electorales no siempre suman: el caso Poggi-Frontera en San Luis ¿es bueno o malo?

Durante años, los estudios del consultor político Jaime Durán Barba han desafiado la idea tradicional de que «sumar dirigentes suma votos». Su investigación, respaldada por encuestas, focus groups y casos concretos en distintos países, concluye que las alianzas políticas pueden ser, en muchos casos, más perjudiciales que beneficiosas. Esta teoría cobra relevancia en San Luis ante la posibilidad de una alianza entre el gobernador Claudio Poggi y el intendente de Villa Mercedes, Maximiliano Frontera.

El mito de la suma automática de votos

Uno de los principios centrales de Durán Barba es que los votantes no transfieren su apoyo de manera mecánica entre dirigentes que deciden unirse. En la política moderna, las emociones, la percepción de coherencia y la identidad de los candidatos juegan un papel crucial. La idea de que una fórmula Poggi-Frontera podría captar automáticamente el voto de ambos sectores es, según esta teoría, un error.

Tres factores explican por qué las alianzas pueden ser contraproducentes:

  1. Los votantes no son fichas intercambiables: El apoyo político se construye sobre valores e identificaciones emocionales. Si un dirigente con el 30% de los votos se une a otro con el 15%, no necesariamente obtienen el 45%. Muchos electores pueden rechazar la alianza por considerarla forzada o incoherente.

  2. Las alianzas generan desconfianza: Cuando dos políticos que fueron rivales se unen, los votantes perciben contradicción y oportunismo. La pregunta recurrente es: «¿No eran adversarios? ¿Por qué ahora están juntos?». Esto puede generar desencanto y desmovilización de las bases.

  3. El efecto «traición» y la desmovilización de los votantes: Si un dirigente cambia de rumbo sin una explicación convincente, pierde credibilidad y puede alejar a sus seguidores. En el caso de San Luis, un acuerdo entre Poggi y Frontera podría generar descontento tanto en el electorado peronista como en el opositor, beneficiando a otras opciones políticas, como los libertarios.

Ejemplos de alianzas fallidas en la política argentina

El estudio de Durán Barba no es solo teórico, sino que está respaldado por casos reales que demuestran las dificultades de las alianzas electorales. Algunos ejemplos destacados son:

  • La Alianza UCR-Frepaso (1999-2001): El gobierno de Fernando de la Rúa y Carlos «Chacho» Álvarez fracasó debido a sus diferencias ideológicas y conflictos internos, lo que terminó en una crisis política y económica.

  • Francisco De Narváez en 2009: Sin alianzas amplias, logró derrotar a Néstor Kirchner en Buenos Aires con una estrategia clara y una identidad política definida.

  • La coalición PSOE-Podemos en España: Aunque lograron llegar al poder, las tensiones internas debilitaron a ambas partes.

  • La fusión de la UCR con Cambiemos en 2015: Permitieron a Macri acceder a sectores radicales, pero la falta de cohesión interna afectó su gobierno.

El dilema de Frontera: alianza o independencia?

Maximiliano Frontera enfrenta un desafío estratégico. Si bien una alianza con Poggi podría ofrecer estabilidad y apoyo estructural, también corre el riesgo de diluir su identidad y generar rechazo en su base electoral. Por otro lado, competir con su propio partido provincial le permitiría consolidar su liderazgo, pero requeriría una estrategia bien estructurada para garantizar su crecimiento.

Ventajas de que Frontera vaya solo

  • Evita la desmovilización de su base electoral: Unirse a Poggi podría ser visto como una traición por los peronistas tradicionales.

  • Construye una identidad política fuerte: Puede posicionarse como una alternativa peronista renovada sin contradicciones.

  • Evita ser el socio menor de una alianza: Mantendría el control de su discurso y decisiones.

  • Podría captar el voto peronista desencantado con el PJ tradicional.

Desafíos de ir solo

  • Requiere una estructura territorial y recursos suficientes.

  • Debe comunicar con claridad su diferenciación.

  • Corre el riesgo de fragmentar el voto peronista y beneficiar a otras fuerzas.

Conclusión: un desafío estratégico para San Luis

El análisis de Durán Barba y la experiencia histórica muestran que las alianzas pueden ser una trampa electoral si no se manejan correctamente. En el caso de San Luis, Frontera debe evaluar si su futuro político está en una alianza con Poggi o en la construcción de un espacio independiente.

Si logra definir una narrativa clara, movilizar a su base y consolidar su estructura territorial, podría convertirse en la referencia del peronismo renovado en la provincia. Pero si no consigue marcar diferencias y queda atrapado en una alianza que no convence al electorado, podría terminar perdiendo más de lo que gana.

La decisión que tome en los próximos meses será crucial para su futuro político y para el mapa electoral de San Luis en 2025.

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