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El apellido Landaburu está profundamente ligado a la historia intelectual, educativa y cívica de Villa Mercedes. Desde los aportes históricos de Laureano Landaburu, autor de los célebres Episodios Puntanos, hasta el compromiso social de referentes como Leonor y Elsa Landaburu, esta familia ha sabido dejar huella en la construcción del pensamiento crítico y el tejido institucional de San Luis.
Hoy, un nuevo retoño generacional de ese legado continúa proyectando el apellido con amor, fuerza y vocación de servicio público: Laureano Landaburu, conocido dirigente de raíces firmes y mirada amplia, ha fundado un partido político departamental que busca abrir una nueva etapa en el vínculo entre la sociedad y la política.
Con sede en General Paz 327, el espacio ya comenzó a recibir a vecinos y vecinas de todos los sectores, consolidándose como un punto de encuentro abierto, plural y respetuoso, donde se promueve el intercambio de ideas y la convivencia democrática por encima de cualquier diferencia ideológica.
Tres pilares para una nueva política
La novel organización política plantea con claridad su horizonte:
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Construir una futura Argentina, un San Luis y un Villa Mercedes próspero, sin exclusiones y con oportunidades para todas las personas de bien.
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Reconstruir la confianza en la política, en un contexto donde el descreimiento social parece haberse naturalizado.
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Impulsar una cultura política basada en el encuentro, no en la fragmentación. El proyecto se nutre de valores como la humildad, el servicio, la generosidad, el respeto y la concordia, dejando de lado la soberbia y las imposiciones.
“Queremos un espacio donde no existan ni las altanerías de siempre ni las imposiciones. Donde cada ciudadano pueda hablar con libertad, respeto y sin ser juzgado. Nuestro partido nace de la necesidad de reconstruir puentes, no de levantar muros”, expresó Landaburu en la presentación formal del espacio, que muy pronto hará su apertura oficial a toda la comunidad frente a la conformación de una intensa agenda de presencia y participación, visitando a las personalidades máximas de la ciudad para ponerse a disposición de todo lo que aporte al bienestar general de la ciudad.
Tradición y futuro
En tiempos donde la política suele encerrarse en lógicas gastadas o personalismos extremos, el gesto de Landaburu rescata algo esencial: la política como herramienta de diálogo y de servicio, no como arma de confrontación.
Con la historia en la sangre y el porvenir entre las manos, este nuevo espacio abre sus puertas como una invitación a soñar y construir juntos. Porque, como bien enseñaron sus antecesores, la mejor herencia no es la palabra escrita, sino la acción comprometida.