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El dirigente nacionalista Martín Ayerbe estuvo en San Luis Streaming con Alberto Trombetta, donde analizó la coyuntura política, económica e internacional de Argentina. Fiel a su estilo, Ayerbe profundizó en temas como la deuda externa, la soberanía productiva y la inserción del país en el escenario global, marcando un fuerte contraste con las políticas del gobierno de Javier Milei.
«Milei no tiene un proyecto nacional»
Desde el inicio de la conversación, Ayerbe fue categórico al criticar el modelo económico impulsado por el presidente:
«Milei no tiene un proyecto nacional. No es que tiene un modelo distinto al nuestro o al de otros, simplemente no tiene un proyecto propio. Su plan es entregarse a otras banderas y desmantelar la estructura productiva argentina», afirmó.
El dirigente subrayó que buena parte del apoyo al actual gobierno no es un respaldo genuino a sus políticas, sino una reacción de rechazo al kirchnerismo. «Milei es el martillo que el pueblo utilizó para castigar al kirchnerismo. Pero eso no significa que compartan su visión del país. El problema es que hoy la Argentina no está discutiendo un proyecto de Nación», agregó.
Soberanía productiva y la deuda externa
Uno de los ejes centrales de su discurso fue la necesidad de recuperar la soberanía productiva del país. En este sentido, Ayerbe destacó el peso de la deuda externa y los problemas estructurales que afectan a la economía:
«Nosotros pagamos más en flete marítimo que en intereses de deuda externa. Es decir, el quebranto logístico es más grave que el financiero. Argentina tiene la capacidad de desarrollar su propia marina mercante, pero seguimos dependiendo de multinacionales», explicó.
También destacó que la deuda de Argentina equivale a cuatro cosechas completas de exportaciones, lo que en términos relativos, no es impagable si el país logra reordenar su estructura productiva. «La clave es movilizar el trabajo argentino y recuperar el dominio de nuestras actividades estratégicas», sentenció.
El rol de Argentina en el mundo
Ayerbe fue claro al marcar que Argentina no tiene lugar en organismos como el Foro de Davos, donde Milei expuso recientemente. Según el dirigente, estos espacios responden a intereses geopolíticos de las potencias y no tienen en cuenta la realidad argentina.
«La presencia de Argentina en Davos es una puesta en escena sin relevancia. No integramos los espacios de decisión global, por lo que lo que se diga allí es insignificante. Nuestra verdadera salida es la integración iberoamericana con un modelo productivo propio», enfatizó.
También rechazó la idea de que Argentina pueda beneficiarse sumándose a bloques como los BRICS sin una estrategia clara:
«Podemos tener mejores condiciones de comercio con China o Rusia, pero sin una estructura productiva sólida, siempre estaremos en desventaja. Lo primero es recuperar la capacidad de trabajo e industria en nuestro país», explicó.
Un mensaje para los jóvenes y el futuro político
Ayerbe, quien se perfila como una de las nuevas figuras del nacionalismo argentino, destacó la importancia de una generación que piense en términos de producción, soberanía y comunidad.
«El futuro de Argentina se construye desde el trabajo. La soberanía no es solo territorial, es también tener dominio sobre nuestra producción, nuestras tecnologías y nuestros recursos. Eso es lo que tenemos que recuperar».
Sobre su futuro político, fue directo:
«Para cambiar la historia hay que ganar elecciones. No alcanza con tener razón, hay que convencer y organizar al pueblo para transformar la realidad».
Con un estilo claro y sin concesiones, Martín Ayerbe dejó en claro que su visión del país se centra en el trabajo y la soberanía, marcando un camino que busca diferenciarse tanto del liberalismo de Milei como del progresismo kirchnerista.