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Miguel “Cacho” Arce no es un político tradicional. Tampoco es un improvisado. Es, ante todo, una buena persona. Así lo definen quienes lo conocen desde antes de su desembarco en la política partidaria, cuando su vocación de servicio se ejercía desde otro lugar: el sacerdocio. Hoy, como concejal de Villa Mercedes, representa a un sector del Frente Cambia San Luis que se ha reconfigurado, sumando nuevas alianzas y construyendo gobernabilidad en torno al proyecto que lidera el gobernador Claudio Poggi.
Pero su camino no empezó en los pasillos del Concejo Deliberante. Durante 17 años, Cacho fue sacerdote. En ese trayecto, ejerció como capellán de la V Brigada Aérea de San Luis, donde su vínculo con los veteranos de Malvinas lo marcó para siempre. “Cada 2 de abril es para mí un día de mucha emoción. Conviví con muchos de esos héroes en los años en que estaban en actividad. Me compartieron historias que ni siquiera habían contado a sus familias”, recuerda.
En ese recorrido, fue testigo de vivencias imborrables: como cuando escuchó de primera mano cómo escribían mensajes en las bombas, o cómo trabajaban a contrarreloj para poner a punto los aviones que volvían “como rayadores” de las misiones. “Había profesionalismo, amor a la patria y una entrega total”, afirma. Reconoce, también, que muchos de los que no pisaron las islas pero cumplieron roles estratégicos desde el continente “también estuvieron en guerra”, y que el reconocimiento debe ser integral, sin jerarquías entre héroes.
Hoy, desde el rol de concejal, esa sensibilidad sigue intacta. “Lo que me traje del sacerdocio es la empatía, la cercanía con la gente, la capacidad de ver más allá del discurso. Entender que detrás de un problema social hay muchas veces una historia de abandono, de carencias, de falta de oportunidades”, explica.
En la entrevista que brindó a Tiempos de Poder – Resumen de la Semana por San Luis Streaming, Cacho no esquivó ningún tema. Habló del cambio que se prometió y que se está construyendo en medio de una crisis nacional. Valoró el discurso reciente del gobernador Poggi y, en especial, el relanzamiento de la política habitacional. “Fue un boom en redes. La gente necesita volver a soñar con la casa propia. Es un cambio real, concreto, que ordena la vida de las personas desde la raíz”, destacó.
Además, hizo énfasis en el trabajo silencioso pero fundamental que se está realizando con las escrituras de viviendas: “Para una persona mayor recibir la escritura de su casa después de 30 años es algo profundamente movilizador. Es cerrar un ciclo con dignidad”.
En el plano político, reconoció la complejidad del armado electoral de cara al 11 de mayo, donde convergen nombres del poggismo, del sector de Maximiliano Frontera y otros espacios aliados. Pero lo ve como un gesto de madurez: “Es un acuerdo de gobernabilidad necesario, tanto a nivel provincial como municipal”.
Cacho también se mostró crítico con el presidente Javier Milei, en particular por sus declaraciones del 2 de abril sobre las islas. “Uno puede tener ideas distintas, pero hay momentos y formas. El presidente representa a todos los argentinos. Hay cosas que no se dicen, por respeto, por memoria, por historia”.
Al cierre, dejó una reflexión que sintetiza su mirada: “La política debe servir para transformar la vida de la gente. Yo estuve del otro lado, acompañando desde la fe, ahora me toca desde la gestión. Pero el compromiso es el mismo: estar cerca, escuchar y tratar de mejorar la realidad de quienes más lo necesitan”.