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Por Gustavo Thomspon.
La reciente implementación de la ordenanza que regula el uso del espacio público en Villa Mercedes no es un acto de restricción, sino un paso firme hacia el orden, la seguridad y la equidad. Lejos de perseguir a los sectores vulnerables, la norma busca recuperar la armonía urbana y proteger tanto a los vecinos como a quienes ejercen actividades con responsabilidad y vocación.
Un cambio positivo para todos
Con esta nueva normativa, el municipio ha comenzado a organizar y transparentar prácticas que, durante años, se desarrollaban sin control ni garantías. Los vecinos recuperan la tranquilidad en zonas neurálgicas, los comerciantes ven resguardadas sus fachadas y clientela, y los ciudadanos pueden transitar sin ser abordados de forma insistente o sentirse intimidados.
Los Bomberos Voluntarios: únicos autorizados en eventos
Uno de los puntos clave de la ordenanza establece que solo la Asociación de Bomberos Voluntarios “El Fortín” podrá realizar cobros de estacionamiento durante eventos masivos. Esta decisión no solo reconoce el trabajo altruista de la institución, sino que garantiza que lo recaudado sea reinvertido en equipamiento, emergencias y capacitaciones. Es una forma de convertir el aporte ciudadano en mayor protección comunitaria.
Arte callejero con identidad y talento local
La ordenanza no prohíbe la expresión cultural ni artística en las calles, sino que la encauza. Los artistas callejeros que se registren y cumplan con los requisitos establecidos pueden seguir compartiendo su música, danza o pintura en espacios determinados. El objetivo es integrar el arte al espacio público sin que interfiera en la circulación ni se transforme en una actividad extorsiva. Villa Mercedes seguirá siendo una ciudad viva, creativa y diversa, pero con respeto por todos.
Comerciantes: “Nos sentimos más seguros”
Desde la entrada en vigencia de la ordenanza, muchos comerciantes del centro han manifestado sentirse aliviados: “Había personas que venían de otras ciudades con antecedentes y se apostaban frente a nuestros negocios. Era una situación tensa, especialmente para quienes trabajan hasta la noche”, comentó Mariana, dueña de un local de indumentaria. Hoy, con un nuevo marco legal y controles más frecuentes, el clima cambió. Los clientes regresan y la actividad comercial se fortalece.
Un equipo de control ciudadano y prevención
Para aplicar la ordenanza, el municipio ha conformado un equipo especial de fiscalización que trabaja en articulación con la Policía, la Secretaría de Seguridad y el Ministerio Público Fiscal. La tarea es clara: hacer cumplir la norma con respeto, sin criminalizar, pero firmes ante quienes incumplan o intenten utilizar el espacio público como plataforma para el delito o la extorsión.