¿Otro canal de cable en Villa Mercedes? Contaminación aérea, negocios dudosos y sospechas políticas

¿Otro canal de cable en Villa Mercedes? Contaminación aérea, negocios dudosos y sospechas políticas

En Villa Mercedes hay una deuda urbana que se arrastra desde hace décadas y que, a pesar de su visibilidad cotidiana, parece ignorada: la contaminación aérea producida por los tendidos de cable, luz, fibra óptica y servicios asociados, que atraviesan de forma caótica y antiestética nuestras calles, especialmente en el microcentro.

Disfrutar del cielo es una utopía urbana en Villa Mercedes. El enmarañado de cables no solo afea el paisaje, sino que atenta contra la planificación estética, la seguridad y el orden urbano que toda ciudad moderna debería garantizar y que debería estar proyectando el tendido subterráneo . En este contexto, sorprende —e incluso genera preocupación— la posibilidad de que un nuevo canal de cable se instale en la ciudad.

Lo llamativo no es sólo la contaminación visual que esto implicaría, sino la falta total de información oficial o formal, lo que deja espacio a rumores, versiones incomodas y comentarios de pasillo que, de entrada, hacen que todo parezca poco serio.

 ¿Negocio o estrategia política?

La realidad es clara: las dos empresas de cable que actualmente operan en Villa Mercedes lo hacen con dificultades económicas, baja demanda, una grilla limitada y servicio precario. En este contexto, es evidente que el mercado no sostiene un tercer canal, por lo que la pregunta es inevitable: ¿Cuál sería el verdadero motivo de este nuevo desembarco?

Las versiones más consistentes apuntan a un intento de instalar una señal impulsada desde la ciudad capital de San Luis, más precisamente desde sectores vinculados al oficialismo provincial, en lo que muchos interpretan como un intento del poggismo de tener un pie mediático fuerte y directo en Villa Mercedes, incluso a costa de romper los equilibrios comunicacionales construidos hasta ahora.

 ¿Y el acuerdo con Frontera?

La sospecha crece porque la convivencia mediática actual en Villa Mercedes es armónica, ordenada y funcional a la gobernabilidad, en gran parte gracias a una mirada estratégica del intendente Maximiliano Frontera, que ha sabido respetar y contener la pluralidad de voces locales.

Entonces, ¿por qué abrir un nuevo canal sin necesidad ni consenso? ¿Es otra provocación? ¿Una jugada para disputar territorio simbólico y marcar presencia? ¿O simplemente una decisión mal asesorada que no contempla el pulso real de la ciudad?.

 Contaminar más… ¿para qué?

No se trata solo de cables. Se trata de decisiones. De respeto por la identidad local. De no subestimar la inteligencia colectiva de una ciudad que sabe muy bien cuándo algo llega para sumar y cuándo llega con segundas intenciones.

Los canales de cable están en baja. La ciudadanía se informa por redes, medios digitales y plataformas ágiles. Insistir en abrir otro canal tradicional suena anacrónico, innecesario y sospechoso.

La ciudad no necesita más cables. Necesita más respeto, aceptar el éxito logrado y no intentar boicotear una armonía que promete un futuro de esperanza.

MUCHACHOS, NO SE DUERMAN QUE SE METEN POR LA CLARABOYA.-

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