En su vorágine de violencia de género, el ministro Alfonso Vergés suma otra anécdota; que si bien no fue una denuncia concreta en la justicia, llama la atención que se agrega a los antecedentes al de su ex mujer María Amalia Domeniconi que lo ha denunciado oportunamente ante la justicia en donde acredita un sin fín de violencia de golpes, violencia verbal y económica que, si se hace público la lectura de considerandos que obra en la denuncia, Vergés tendría que irse de la provincia. Solo restan horas para que se publique los expedientes que obran en la justicia en contra de Vergés por golpeador, todo dependerá de las decisiones que tome finalmente el Gobernador, Bazla, Endeiza o quién corresponda dado que las instituciones no tienen la culpa, no se manchan.
Asimismo trascendió en este medio que luego de esa vinculación con Domeniconi, el Dr. Alfonso Vergés habría entablado una relación sentimental con la ex presidenta del colegio de Abogados de la ciudad de San Luis; Dra. Flavia Molina Arlandi, que según se comenta, el Dr. Verges se habría obsesionado con ella a tal punto que comenzó a perseguirla y controlarla más de lo habitual y normal convirtiendo esa relación en muy tóxica.
Hasta ahí todo normal para un hombre que estaba acostumbrado a ese trato con sus ex mujeres; pero no se dio cuenta que en su nueva relación estaba una mujer que NO era sumisa; Esa mujer estaba empoderada y con agallas que le hizo frente y no le permitió semejante atropello y comentan que cuando Vergés quiso levantarle las manos a la Dra. Ella le dio para que tenga y guarde. Brava la Doc, casualmente, Flavia es amiga o ex amiga de la que sería novio de la actual funcionaria al frente de la Secretaría de la Mujer.
Vergés tiene un semblante bastante prolijo que, a juzgar su comportamiento con las mujeres hasta nos permite pensar que las odia ¿no estará ocultando algún secreto?…
Mmmmm, dijo la muda y hablo…