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En una entrevista exclusiva en San Luis Streaming, el analista político Walter Magallanes brindó un análisis contundente sobre la situación política de la provincia y la forma en que la extrema derecha ha logrado posicionarse en distintas latitudes a través del uso de la tecnología y la neuropolítica. Sin embargo, uno de los momentos más impactantes de la conversación fue su definición sobre el exgobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá: «Es una máquina de destrucción».
Magallanes, quien ha trabajado en campañas políticas en Europa y América Latina, explicó que Rodríguez Saá ha demostrado un patrón sistemático de acción política basado en la demolición de estructuras de poder, tanto dentro de su partido como en la provincia misma. «Es un destructor nato. Donde va, destruye. Es su método. No le interesa construir, le interesa que otros no puedan hacerlo. Fue así con Adolfo, fue así con el PJ, y ahora intenta hacer lo mismo con el oficialismo», sostuvo.
El experto en estrategia política argumentó que Rodríguez Saá no actúa por improvisación, sino que tiene una metodología definida, basada en generar caos y aprovechar los espacios que quedan disponibles tras la implosión de las estructuras políticas que ataca. «Lo que ha hecho en San Luis durante décadas es lo mismo que hizo con su propio partido. Primero desgasta a los liderazgos que podrían ser una amenaza, desestabiliza sus propias construcciones y cuando todo queda reducido a cenizas, se presenta como la única opción viable», detalló.
El impacto de la tecnología en la política y el ascenso de la ultraderecha
Durante la entrevista, Magallanes también hizo un análisis sobre cómo la extrema derecha ha logrado imponerse en distintos países mediante el uso de tecnología avanzada y neuropolítica. Según el analista, la utilización de inteligencia artificial, bases de datos y análisis algorítmicos ha permitido a estos movimientos identificar los «dolores sociales» y posicionar candidatos de manera quirúrgica en el imaginario colectivo.
«Los nuevos líderes de la derecha no necesitan un aparato político tradicional. Tienen la tecnología de su lado. Conocen las emociones del electorado en tiempo real, saben cuándo deben provocar, cómo deben reaccionar y cuándo deben lanzar una nueva narrativa», explicó. En ese sentido, señaló que el auge de figuras como Javier Milei en Argentina, Giorgia Meloni en Italia y Donald Trump en EE.UU. responden a estrategias similares, diseñadas en torno a la provocación y la polarización extrema.
«La extrema derecha ha comprendido que el voto es emocional, no racional. No buscan convencer con argumentos, buscan generar reacciones. Y en el caso de San Luis, Rodríguez Saá juega con las mismas reglas. Sabe cómo manipular las emociones del electorado, pero a diferencia de los nuevos movimientos digitales, su estrategia es de aniquilación política», concluyó Magallanes.
Rodríguez Saá: ¿Vuelve o busca una retirada invicta?
A lo largo de la charla, Magallanes también abordó el futuro político de Alberto Rodríguez Saá. «Alberto quiere retirarse invicto. No quiere perder, no quiere que lo derroten en una elección. Por eso su estrategia es instalarse en la conversación pública, provocar, pero medir muy bien su próxima jugada. Si sus números no le dan, no va a participar. Pero si ve una oportunidad, va a ir con todo», advirtió.
Para el analista, la falta de una oposición cohesionada podría abrirle una puerta a Rodríguez Saá en el escenario político provincial. «Los movimientos actuales dentro del oficialismo no han logrado consolidar una narrativa lo suficientemente fuerte. Si no logran definir una causa clara que conecte con la gente, Rodríguez Saá va a capitalizar el descontento. No porque tenga algo nuevo para ofrecer, sino porque es un maestro en la destrucción y sabe cómo generar el caos justo en el momento indicado», sentenció.
La entrevista con Magallanes dejó en claro que San Luis se encuentra en un momento político crucial, donde la estrategia y la percepción del electorado jugarán un papel determinante en el resultado de las próximas elecciones. Con Rodríguez Saá jugando su propia partida y el oficialismo intentando definir su rumbo, la provincia se encamina hacia una contienda electoral que promete ser una de las más disputadas de los últimos años.