La lista “Federales, un grito de corazón” de Quintela y Alberto fue rechazada
No fue por las causas de corrupción que tiene Quintela, el que repartía billetes desde su auto para ganar elecciones. No fue por las causas de lavado de dinero que la vicepresidenta primera Magda Ayala tiene en su currículum. No fue por alguna causa de enriquecimiento de aquel abogado que se hacía llamar Alberto Rodríguez Saá, que ejercía como profesor en Buenos Aires, y que nadie entiende como se convirtió de la noche a la mañana en multimillonario trabajando solo con sueldos del estado. No. La lista “Federales, un grito del corazón”, se quedó afuera de las elecciones porque son unos desprolijos, y porque Alberto es yeta.
Nunca el Alberto tuvo ni trajo suerte a ninguna candidatura nacional. Capaz es la maldición de Duhalde, de cuando quiso ayudar a los hermanos para que subieran al poder político nacional y le contestaron a los gritos por teléfono “nosotros nos arreglamos solos”. Capaz es simplemente el hecho de que mas allá de una frase afortunada que dijo alguna vez (hay 2019), no ha hecho nada mas que daño en el partido justicialista, partido que parece odiar, y que siempre quiso destruir formando otros partidos como el PUL, ES POSIBLE o Compromiso Federal.
Que lindo sería que el gobierno de Poggi auditara los sueldos de los funcionarios de la gestión de Alberto y que publicaran cuanto dinero iba a Compromiso Federal. Al PJ ni dejaban entrar a la gente.
Que lindo sería que dejaran el Partido Justicialista en las manos de peronistas verdaderos, y sacaran al Alberto de la misma forma que el mandó a sacar a Alicia Arrieta.
Alberto tumo hoy de su propia medicina. Lo mismo que le hizo al Maxi, de sacarlo para no competir en internas con él, ahora se lo hicieron desde nación, con una gran diferencia: El Maxi en San Luis era su competencia. Quintela y Alberto no le mueven un pelo al peronismo nacional.