En una Argentina donde la militancia política de base enfrenta un contexto de incertidumbre y desgaste, la agrupación Impronta de Villa Mercedes emerge como un bastión de compromiso y organización. Este año, al conmemorar su quinto aniversario, la agrupación tenía previsto un gran festejo en el Club San Martín, pero la magnitud de la convocatoria superó todas las expectativas y terminó siendo suspendida por decisión de los coordinadores de Impronta. La razón: más de 2.000 militantes querían ser parte de la celebración, un número que sobrepasó cualquier previsión y que evidenció la vigencia y la fortaleza de Impronta. Ante esta situación, se decidió reprogramar el evento para una nueva fecha que permita una mejor organización.
Una Militancia Viva y en Crecimiento
En tiempos en los que ser dirigente político parece un rol en extinción, Impronta demuestra que la mística de la militancia sigue intacta. No solo la mantiene, sino que la fortalece con cada acción, con cada encuentro y con cada nuevo integrante que se suma a esta gran familia. Lo sucedido con la convocatoria a su aniversario es una prueba irrefutable de que el sentido de pertenencia y el compromiso político siguen vigentes en Villa Mercedes, mientras que en otros lugares del país parecen diluirse.
El boca a boca hizo su trabajo. Sin grandes estrategias publicitarias ni despliegues mediáticos, la invitación a celebrar los cinco años de Impronta llegó a cada barrio, a cada territorio de la segunda ciudad más importante de San Luis. Lo que comenzó como un festejo interno, terminó convirtiéndose en un fenómeno masivo, una muestra de adhesión que pocas veces se ha visto en la política puntana.
Perfil Bajo, Compromiso Alto
Una de las características más notables de Impronta es la discreción con la que trabajan sus organizadores. A diferencia de otras estructuras políticas donde el liderazgo se fragmenta y los personalismos opacan el proyecto colectivo, Impronta se destaca por sostener un liderazgo unificado y cohesionado en la figura de Maximiliano Frontera, intendente de Villa Mercedes. Sus coordinadores, verdaderos arquitectos de esta militancia, prefieren mantenerse en un segundo plano, permitiendo que la bandera del movimiento sea levantada por todos y no solo por unos pocos.
