El exfuncionario provincial Sergio Pansa, en una entrevista en San Luis Streaming, lanzó duras críticas hacia el exgobernador Adolfo Rodríguez Saá y su agrupación política, Todos Unidos, a la que definió como «un paquete accionario». Además, habló sobre la gestión del gobernador Claudio Poggi, la crisis en la provincia y la necesidad de una renovación política en San Luis.
Un quiebre definitivo con Adolfo Rodríguez Saá
Pansa, quien ocupó un cargo clave en la Secretaría de Actividad Logística, denunció que su salida del gobierno provincial no fue impulsada por el gobernador Poggi, sino por Rodríguez Saá y su círculo cercano. “No fue Poggi ni Adolfo el que me echó, sino Gisela Vartalitis”, aseguró, haciendo referencia a la esposa del exgobernador.
Además, calificó a Todos Unidos como un “paquete accionario”, sugiriendo que la estructura del partido responde a intereses privados y no a una construcción política genuina. “En ese esquema, Adolfo tiene el 30% de las acciones y alguien más el 70%. No es un partido político, sino una empresa con accionistas”, disparó.
El exfuncionario no ahorró críticas hacia quien fuera su referente político en el pasado. “Adolfo Rodríguez Saá pasó de ser un dirigente visionario a convertirse en un bandido rural. Se pasea por los bares de San Luis sin ningún respeto por su propia figura y sin representación real en la política actual”, afirmó.
El ocaso de un liderazgo y las cicatrices de la traición
Para Pansa, los últimos años del adolfismo han sido una seguidilla de decisiones erradas que llevaron al desgaste definitivo del liderazgo de Rodríguez Saá. “Los últimos 20 años de la gestión de los Rodríguez Saá fueron de destrucción. Si hubieran sido inteligentes, habrían sabido dar un paso al costado y transmitir su experiencia a nuevas generaciones”, sostuvo.
Recordó, además, el controvertido episodio de las elecciones de 2017, cuando Adolfo Rodríguez Saá logró revertir un resultado adverso frente a Claudio Poggi en las PASO. “Fue un fraude electoral. Poggi le había ganado por 20 puntos, y Adolfo lo dio vuelta con una maniobra oscura, vinculada a una fundación de su esposa que recibió 80 millones de pesos”, denunció.
El rol de Poggi y la reconstrucción de San Luis
Pese a la crisis institucional heredada, Pansa destacó la gestión del actual gobernador, Claudio Poggi. “Recibió una provincia devastada, con un nivel de gasto descontrolado y fondos adelantados de Nación que Alberto Rodríguez Saá usó para su campaña electoral”, detalló.
En ese sentido, planteó la necesidad de una auditoría profunda sobre el uso de los recursos provinciales y adelantó que se debe analizar una posible denuncia en la Corte Suprema de Justicia de la Nación contra el exgobernador. “Lo que hizo Alberto fue un atentado contra el sistema federal. Dilapidó dos presupuestos provinciales y dejó San Luis al borde del colapso financiero”, sostuvo.
Según Pansa, la reconstrucción de la provincia debe darse de la mano de nuevos liderazgos. “Poggi, junto con intendentes como Maxi Frontera, el rector de la Universidad Nacional de San Luis y Marcelo Sosa en la UNViMe, pueden ser la base de un proyecto político serio, con proyección a futuro”.
El desafío del futuro: políticas de Estado y menos egoísmo político
Más allá de las denuncias y críticas, Pansa insistió en la necesidad de dejar atrás los personalismos y la confrontación permanente en la política de San Luis. “Los Rodríguez Saá se dejaron consumir por la vanidad y el egoísmo. No construyeron sucesores, se aferraron al poder y se olvidaron de la provincia”, afirmó.
Finalmente, apuntó a la importancia de establecer políticas de Estado en materia de desarrollo sustentable y uso del agua. “San Luis necesita un plan ambiental a 100 o 200 años. Tenemos una provincia virgen, con un potencial enorme, pero sin planificación a futuro. Además, hay que hacer una auditoría del agua para saber quién realmente está utilizando este recurso vital”, concluyó.
Con un tono crítico y sin tapujos, Sergio Pansa dejó en claro su posición frente a la crisis política de San Luis, apuntando directamente a la decadencia de la estructura que lideraron los Rodríguez Saá por más de 40 años y apostando a una renovación política encabezada por Poggi y nuevos dirigentes.