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Por Gustavo Thompson
Este domingo 11 de mayo, San Luis va a las urnas. Pero algo inusual, casi revolucionario, ya está ocurriendo en Villa Mercedes. A diferencia de lo que suele verse en cualquier proceso electoral del país, la ciudad está limpia, ordenada y en paz. No hay carteles que ensucien las paredes, ni pegatinas, ni pasacalles que contaminen visualmente la ciudad. No hay gritos, ni agravios, ni denuncias cruzadas. Lo que hay es armonía, respeto y un clima de convivencia democrática que merece ser noticia nacional.
Este fenómeno no es casualidad. Es el resultado directo de una nueva forma de hacer política que se viene gestando bajo la conducción de Maximiliano Frontera y su equipo joven, plural y comprometido. Una generación que entiende que el respeto al otro, el cuidado del espacio público y la moderación del discurso no son debilidades, sino fortalezas políticas.
Villa Mercedes se adelantó al futuro. Y lo hizo no solo con obras o con gestión, sino con un relato ético y cultural: se puede hacer campaña sin ensuciar la ciudad ni ensuciar al adversario. Se puede pedir el voto desde la propuesta, desde el respeto, sin ruido, sin miedo y sin odio.
Este logro es un triunfo anticipado que no depende del resultado del domingo. Es un triunfo que ya se ve, que ya se siente en las calles limpias, en los vecinos tranquilos, en la ausencia de tensión. Es una victoria civilizatoria en tiempos donde la crispación parece ser la norma. La contaminación visual de campaña electoral no existe en Villa Mercedes San Luis.
Lamentablemente, el mismo clima no se respira en la ciudad de San Luis. Allí, la campaña transcurre al viejo estilo: con agresiones verbales, denuncias públicas, carteles por doquier y un uso desmedido del espacio urbano. Una muestra de que no todos han entendido el cambio de época ni están a la altura de las circunstancias. Desde luego, es el principio del pasado que IMPONE la mentalidad octogenaria del Tuky Tuky Alberto Rodriguez Saá.
Villa Mercedes, en cambio, marca un precedente. Y ese precedente tiene nombre y liderazgos concretos. Frontera y su equipo no solo gobernaron con gestión; también educaron con el ejemplo. Dejaron atrás la política sucia, literal y simbólicamente y siembran esperanza con amor, mistica y valores que todos pensamos que nunca ibamos a volver a vivir.
Este 11 de mayo, gane quien gane en las urnas, ya hay un ganador en el corazón cívico de San Luis que despertará la atención nacional: Villa Mercedes. La ciudad que demostró que se puede hacer campaña como se debe. Con limpieza, con respeto y con altura.
Que el país mire a Villa Mercedes. Porque el futuro de la política, en muchos sentidos, ya empezó acá.