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En una entrevista de alto valor conceptual en Tiempos de Poder – Resumen de la Semana por San Luis Streaming, los contadores Fernando Pereyra y Oscar Montero ofrecieron un análisis lúcido y contundente sobre la situación económica actual, el rol de las instituciones profesionales y la necesidad de un nuevo modelo de producción para San Luis.
Ambos profesionales, recientemente electos como nuevas autoridades del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de San Luis, destacaron la importancia del consenso y la unidad en tiempos de participación decreciente. «Aunque pensemos distinto, es preferible estar juntos, debatir internamente y construir un proyecto común», sostuvo Pereyra al referirse a la conformación de una lista única de consenso.
La entrevista abordó además temas estructurales de la economía argentina. Montero fue categórico al señalar: «El Estado debe hacerse más eficiente. La PyME necesita precios competitivos para sobrevivir, pero también el Estado debe achicar sus gastos improductivos para poder invertir y fomentar la producción.»
Respecto a la situación del dólar y las recientes medidas económicas, ambos coincidieron en que la clave está en generar confianza y en intervenir inteligentemente en el mercado, aunque advirtieron que la recuperación será compleja si no se encara una verdadera reforma estructural de costos impositivos y laborales.
Sobre San Luis, rescataron que la provincia parece haber retomado «el modelo productivo de crecimiento, obra pública y generación de trabajo» que alguna vez la distinguió, aunque advirtieron que el futuro no depende de esperar medidas nacionales:
«Hoy no podemos esperar nada de afuera. Hay que ponerse a trabajar, fomentar la producción, apoyar a las PyMEs, y generar condiciones reales para la inversión. El cambio depende de nosotros.»
Finalmente, se mostraron escépticos respecto a un regreso de la promoción industrial como se conoció en décadas pasadas, pero optimistas sobre la posibilidad de que a nivel local se sigan generando políticas de incentivo productivo.
La conversación dejó una conclusión firme: la transformación real no vendrá mágicamente, sino del esfuerzo propio, del compromiso y de políticas inteligentes adaptadas a la nueva realidad económica.