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En una entrevista de altísimo contenido político y social en el programa San Luis Streaming conducido por Alberto Trombetta, el prestigioso analista y encuestador Roberto Bacman presentó los resultados de una impactante encuesta nacional sobre la imagen del Papa Francisco tras su fallecimiento.
Según Bacman, la figura del Sumo Pontífice conserva una imagen positiva del 78,2% en el país, atravesando diferencias políticas y generacionales. La sorpresa surgió en la lectura política del fenómeno: el 61,3% de los votantes de Javier Milei también tiene una imagen positiva del Papa, un dato que explica el reciente cambio de discurso del presidente argentino hacia la figura de Francisco.
«Milei entendió que su propio electorado no lo acompañaba en su rechazo visceral al Papa. Por eso pasó del insulto a proponer su canonización, sin escalas intermedias», señaló Bacman con crudeza.
La encuesta, realizada en la semana posterior al fallecimiento de Francisco, también mostró que casi el 70% de los argentinos acuerda con el mensaje social y político del Papa, especialmente en su lucha contra la pobreza, el compromiso con la paz mundial y la defensa de los sectores más vulnerables.
«La muerte de figuras trascendentales suele elevar su imagen, pero en este caso, la fuerza del mensaje del Papa ya era sólida en vida. Su opción por los pobres, su rechazo al capitalismo salvaje y su defensa de la justicia social marcaron un legado imborrable», remarcó el encuestador.
Bacman también explicó el fenómeno ideológico: el 97% de los votantes peronistas apoyaba la participación activa del Papa en temas sociales, mientras que dentro del núcleo más duro de Milei —aquellos más identificados con el liberalismo extremo— se concentraban las opiniones más reticentes.
Finalmente, al analizar la percepción del Papa respecto al gobierno actual, el 73% de los consultados consideró que Francisco se oponía a las ideas libertarias de Milei, especialmente en materia de derechos sociales y modelo económico.
Con una claridad apabullante, Roberto Bacman dejó en evidencia que el legado del Papa Francisco trasciende la coyuntura política argentina y sigue interpelando, incluso después de su partida, a toda la sociedad.
