El hartazgo del interior con la Capital: una bomba de tiempo para Poggi

El hartazgo del interior con la Capital: una bomba de tiempo para Poggi

El hartazgo del interior de San Luis con la hegemonía capitalina ha llegado a un punto de quiebre. Durante décadas, el poder político ha estado centralizado en la ciudad de San Luis, mientras que las localidades del interior han sido relegadas en la toma de decisiones, el acceso a recursos y la representación institucional.

Lo que muchos esperaban que terminara con la llegada de Claudio Poggi al gobierno, parece no haber cambiado, generando un malestar creciente en los sectores productivos y políticos del interior.

Una discriminación histórica que sigue vigente

San Luis ha sido gobernado durante más de 40 años bajo un esquema que favorece a la Capital y minimiza al interior. En este modelo, los capitalinos han impuesto una visión excluyente y soberbia, tratando a los habitantes del interior como ciudadanos de segunda.

Este esquema afecta especialmente a Villa Mercedes, la segunda ciudad más importante de la provincia, que históricamente ha sido tratada con desprecio y exclusión desde la Capital. Se creía que con Poggi al frente del Ejecutivo esta situación cambiaría, pero los hechos demuestran lo contrario.

Villa Mercedes: sin poder en el gobierno de Poggi

Uno de los puntos de mayor malestar en el interior es la escasa representatividad en el gobierno provincial. Mientras que la Capital acapara ministerios, direcciones y recursos, en Villa Mercedes solo hay tres secretarías sin peso real y, como si fuera una tomada de pelo, nombran como ministros a gente de Dupuy y Junín que significan menos de la mitad de capacidad de poder electoral que Villa Mercedes:

  • José Giraudo, relegado a una oficina sin poder real en el viejo edificio administrativo.

  • Luis Giraudo, sin despacho fijo, teniendo que instalarse en dos aulas de la Escuela N° 240, lo que es visto como un destrato institucional con solo ver la precariedad de las “oficinas”.

  • André Bazla, el único con oficina en Terrazas del Portezuelo, pero sin presupuesto ni herramientas para ejercer poder de gestión.

Este desequilibrio de poder genera una sensación de decepción y enojo en el interior, que empieza a ver a Poggi con la misma desconfianza con la que veía a los Rodríguez Saá a pesar de la excelente relación que existe entre Frontera y Poggi, hay temas y sentimientos que se le escapan de las manos al mismo Intendente.

Poggi y su talón de Aquiles: el interior define las elecciones

El mayor riesgo para Poggi no es la oposición, sino el descontento interno que crece en el interior de la provincia. Las elecciones de 2025 son cruciales, porque si pierde respaldo en el interior, su reelección en 2027 estará en peligro.

Desde el poggismo, algunos advierten que si Poggi no cambia el rumbo, corre el riesgo de ser visto como un gobernador sin liderazgo territorial fuera de la Capital, algo que el albertismo podría aprovechar para recuperar terreno.

El interior es clave en cualquier elección provincial. Mientras que la Capital no tiene certezas de triunfo, el interior sí puede garantizar el éxito electoral. Pero si el descontento se convierte en rechazo electoral, Poggi enfrentará una elección difícil y peligrosa. Villa Mercedes o el interior no le ayudará a Poggi en las elecciones capitalinas, en la cual, lo necesitará imperiosamente, existen antecedentes donde el interior ayudó a la capital logrando triunfos históricos.

El factor Frontera: la reunión que todos esperan

Uno de los aspectos más relevantes en el tablero político es la distribución del poder territorial. San Luis cuenta con 64 municipios, de los cuales 58 son peronistas, construidos durante la gestión de Alberto Rodríguez Saá.

Estos 58 intendentes peronistas han dejado en claro que esperan el café con Maximiliano Frontera, no así con Claudio Poggi, y mucho menos con Alberto Rodríguez Saá.

Este dato es clave: el interior peronista sigue organizado y en búsqueda de un nuevo liderazgo, y Frontera parece ser el elegido para conducir ese espacio, dejando a Poggi en una posición frágil frente a los territorios que definirán la próxima elección.

Si Poggi no logra tender puentes con estos intendentes, FEDERALIZANDO SAN LUIS terminando con la suerte de sangre azules después de la gripe capitalina, el escenario electoral puede tornarse sumamente adverso.

Diego Masci: el funcionario que ahoga políticamente a Poggi

Otro factor que pone en riesgo la estabilidad del gobernador es la figura de Diego Masci, quien ha sido señalado como uno de los responsables de bloquear el crecimiento político del interior.

  • No genera espacios de diálogo con los medios del interior.

  • No abre el camino para que nuevos dirigentes crezcan políticamente.

  • No garantiza la instalación de nuevos perfiles políticos que fortalezcan al poggismo en la provincia.

Este esquema de aislamiento político hace que el poggismo carezca de figuras fuertes para enfrentar al albertismo en Pueyrredón, lo que complica las posibilidades de triunfo en la próxima elección.

Poggi tiene gente nueva y muy valiosa en su primera línea de Poder, fundamentalmente, en puestos claves de la administración, estos jóvenes debieron ser instalados correctamente en el imaginario colectivo de la gente, no ha sido así, Masci solo se ha mirado a su ombligo alimentando su ego y soberbia y Poggi, finalmente, no tiene candidatos en capital.

¿Un pacto entre Poggi y Alberto?

Ante esta serie de errores y omisiones, empieza a instalarse una hipótesis inquietante:
¿Existe un acuerdo secreto entre Poggi y Alberto Rodríguez Saá?

La pregunta surge porque, a pesar de las denuncias y las irregularidades cometidas por la anterior gestión, Alberto Rodríguez Saá no ha sido citado por la Justicia.

Este silencio judicial, de un lado y del otro, despierta sospechas sobre una posible negociación política oculta, donde Poggi y Rodríguez Saá podrían haber llegado a un acuerdo para mantener la estabilidad política en San Luis a costa de evitar enfrentamientos directos o carpetazos.

El interior en estado de alerta: la necesidad de un cambio estructural

Los dirigentes del interior advierten que la paciencia se agota y que la única solución posible es federalizar San Luis, otorgando representación y poder real a cada región de la provincia.

El modelo centralista de gobierno ya no es sostenible, porque la nueva dirigencia del interior no responde a los viejos esquemas de división y enfrentamiento, sino que busca un cambio real en la distribución del poder.

El futuro de San Luis no se construye con una Capital dominante y un interior relegado, sino con un proyecto colectivo que termine definitivamente con las desigualdades de representación y oportunidades.

Poggi está a tiempo de corregir el rumbo, pero si no lo hace, el interior podría darle la espalda en las elecciones, y eso marcaría el inicio de su ocaso político. Hoy Poggi tiene muchos cabos sueltos, los necesarios para que le vaya muy mal y los autores intelectuales de esta triste realidad los tiene a su lado, son sus colaboradores que, parece, no interpretan correctamente la realidad.

Conclusión:
La Línea plantea un análisis profundo sobre el descontento del interior con el gobierno de Claudio Poggi, destacando la falta de representación de Villa Mercedes, los errores estratégicos en su equipo de gobierno, la posible alianza oculta con Alberto Rodríguez Saá y el riesgo que esto representa para su futuro político.

Además, incorpora un factor determinante: los 58 intendentes peronistas del interior están más cerca de Maximiliano Frontera que de Poggi o Rodríguez Saá, lo que podría redefinir la estructura de poder de cara a 2025 y 2027.

Por estas realidades, el interior no está dispuesto a continuar con la cultura discriminatoria y absurda de los capitalinos contra los sanluiseños del interior.

Los del interior dejan de ser ciudadanos de segunda por los capitalinos o pierden el poder…

Los capitalinos tienen la llave de una nueva era en San Luis.-

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